Esbozos para compartir y reflexionar sobre la danza en Bolivia.

Por Fátima Lazarte

Texto que ha tomado cuerpo a través de diversos diálogos que la autora ha realizado.

Paul Gauguin. ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? (1897)

          Una clave de partida que quisiera introducir es acercarnos al cuadro de Paul Gauguin de 1897 “¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos?”; el pintor nos propone esta imagen donde se hace estas preguntas interrogando al espectador. El despliegue de estas preguntas no es casual y nos acerca a un punto opaco.

          Se presenta un enigma que a la manera de un oráculo griego podemos aplicar a este momento histórico de nuestra práctica, abriendo y conectando a dos puntos sobre los cuales deseo hacer hincapié: El estado del arte y la danza como arte en nuestro país.

         ESTADO DEL ARTE

Raúl Lara. Vincent en el Corso de Oruro (2003).

         La investigación es un proceso donde fundamentalmente surgen nuevos conocimientos o se resuelve algún problema. Cuando se decide un tema a investigar, lo siguiente que se debe elaborar es el “estado del arte”, que simplemente se trata de buscar y profundizar sobre lo que ya se ha escrito acerca del tema que nos interesa.

         Esta investigación documental y rastreo de lo que otros ya han realizado es muy importante para saber desde dónde y cómo se ha abordado el tema, y fundamentalmente que perspectiva trazan estos trabajos.

         Este proceso implica una selección y análisis de textos que permiten situar la investigación en un nicho de conocimiento.

         Ahora me pregunto, nos pregunto, ¿Cómo hacemos esto en el campo de la danza? En nuestro campo de conocimiento, la investigación ya es compleja porque la danza se hace con el cuerpo; en un tiempo y espacio determinados con una característica muy especial y única: lo efímero.

Tyra Kleen. Orquideas (1907).

         La escritura posibilita una fijación de algo de lo inmaterial, muchas veces los escritos sobre danza apelan a otras disciplinas o están realizados desde otros aparatos conceptuales como la historia, antropología, psicología, pedagogía etc.

         El cuestionamiento que deseo introducir es ¿Cómo realizar una investigación en nuestro campo de conocimiento e ir más allá de la opinión y descripción?

         Sin este paso considero que la investigación no es posible, ya que estudios anteriores, aún si tienen estructuras con las que no se concuerda, permiten un diálogo académico epistemológico que nos acerca a un conocimiento más preciso y profundo objeto de estudio. Nos da el acceso a otras fuentes bibliográficas y a metodologías utilizadas por los investigadores, identificación de los vacíos de conocimiento y formación de pensamiento crítico.

DANZA Y ARTE

Jan Toorop. Las tres novias. (1893)

         Lo primero que creo que podemos hacer es acercarnos al concepto de cultura, lugar donde se aloja nuestra práctica. Cultura es todo lo que nos permite desarrollar un complejo aparato de relaciones al interior de una sociedad, para que se constituya una red que posibilite la circulación de un sinfín de significados y que nos insertan en lo social.

         La cultura va mucho más allá de expresiones que todos conocemos y reconocemos; hay una parte oculta que está implícitamente en todas las acciones que realizamos, que de algún modo enmarca nuestro sistema de valores y nuestras formas de ser y estar en el mundo. Este sistema cultural no es estático, lo que significa que está en permanente cambio, y este cambio puede ser sutil y gradual o puede ser brusco.

         El arte tiene una compleja relación con este sistema, se aloja dentro del mismo. Hay propuestas que están más cerca de los valores que el sistema sostiene y otras veces, al contrario, están al margen, ya que cuestionan ciertas ideas normalizadas, preceptos, significaciones y mandatos del sistema.

         La danza innegablemente se encuentra dentro de esta configuración, forma parte de la vida social pero también hay una relación con lo más íntimo del sujeto. La danza al igual que muchas disciplinas tiene una infinidad de formas para expresarse, pasando por manifestaciones cotidianas, al alcance de todos; y por supuesto también tiene una faceta profesional. Al menos podemos distinguir su expresión ritual, social y escénica.

         En los espacios dedicados a la danza también es importante mencionar la danza recreativa y la danza formativa. Dentro de nuestro quehacer se ha jerarquizado a la danza formativa, pero son pocas las instituciones en nuestro país que se dedican a este campo, en cambio se ha desvalorizado la danza recreativa, lo que ha producido una gran confusión, ya que muchas instituciones que evidentemente se dedican a lo recreativo deben tratar de aparentar como formativas para aumentar su número de asistentes. Este fenómeno se ha potenciado los últimos años, por el crecimiento de estudios particulares que enseñan diferentes géneros de danza.

Maurice Denis. Retarto de Yvonne Lerolle en tres facetas. (1897).

         Después de este breve ordenamiento, llegamos a lo que considero el centro de este acercamiento: la danza como acto de creación artística. La creación implica que de algún modo se presenta un desarreglo del mundo simbólico, surge una pregunta o un cuestionamiento que se trata de expresar.

         La danza, desde el punto de vista advertido anteriormente, es un sistema que presenta un lenguaje compuesto de movimientos, que dentro de una obra cobrarán un valor significante para ser leídos en un contexto que posibilitará una significación. 

         Estos significantes se van “escribiendo” con el cuerpo y permiten al espectador una lectura de ellos, al modo de un poema. De este modo, una obra de danza puede subvertir, resignificar y complejizar la mirada normalizada del mundo.

Piet Mondrian, Evolución (1911)
Piet Mondrian, Evolución (1911)

         Entonces, para que se dé este evento existen cuatro elementos: el artista creador o coreógrafo, la obra, el bailarín o intérprete y el espectador. El artista creador que es quien va a elaborar, en imágenes y significantes, una coreografía que tenga una estructura y una forma a ser leídas por el espectador; el bailarín interprete es quien hará que estos significantes estén marcados en su cuerpo pero que irá más allá de ellos imprimiéndole su sello personal, su interpretación; y el espectador será el encargado de leer esta pieza sancionándola con una significación. La obra es el acontecimiento del cual el espectador participará y al cual otorgará un significado de acuerdo a su subjetividad. Esto realizado en un tiempo y espacio definidos y de alguna manera míticos.

         Es así, que podemos acercarnos a la danza como a una obra de arte que articula finalmente la posibilidad polisemia y reflexión.        

Esta condición hará que la danza sea única e irrepetible en cada encuentro ya que el cuerpo opera de modo único e irreductible, y está siempre en permanente flujo, dese su efímera huella y sin palabra hablada, permite el bordeamiento del límite significante.

         Creo que el arte es un profundo catalizador de emergencia de subjetividades lo cual permite un horizonte más plural, buscando nuevos caminos para enfrentar lo que nos resulta extraño, lo que nos interpela. De todas maneras, una sociedad que no ponga al centro de su proyecto la cultura y el arte será vacía, vana, tendrá las características preocupantes que hoy vemos acercarse y a las cuales debemos resistir.

Gustave Moreau. Vida de la Humanidad/Orfeo (1886)

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